Traductor

lunes, 30 de agosto de 2010

Mi recompensa

Muchas personas esperan hacer el bien para ser recompensadas, y no tanto porque sea lo correcto.

Mi recompensa

Son defectos de formación con los que crecemos: "Si sacas la basura te daré una moneda", "si tiendes tu cama te compro un helado"... De manera que cuando somos adultos sólo realizamos las cosas si ganamos recompensa inmediata con eso.

A primera vista, pareciera que el mundo espiritual también se rige por esta regla de sobornos, incluso la Torá establece:

"Si caminaras en Mis estatutos y cuidaras Mis mandamientos y los hicieras; daré la lluvia en su momento justo, la tierra dará sus cosechas, y los árboles del campo darán sus frutos" (Vaikrá 26:3).

Sin embargo, esta recompensa que se nos da por cumplir el bien, no es tal. Dios nos envía bendiciones para que no nos falte nada y podamos seguir trayendo bienestar al mundo tal como es nuestra tarea. Así que no es un soborno, ni hacemos el bien para obtener recompensas.

De hecho, la persona que hace el bien sólo para obtener recompensas, tarde o temprano se cansa, pues en buena medida nuestras recompensas no son inmediatas. Incluso la mayor de ellas, un lugar en el Mundo Venidero, ni siquiera podemos obtenerla en esta vida.

Por otro lado, Dios hizo este mundo con leyes naturales inquebrantables, con consecuencias lógicas para nuestras acciones. De manera que si nos tiramos de un tercer piso, con toda seguridad nos romperemos una pierna; o si cuidamos nuestra salud, no padeceremos muchas enfermedades.

Así también en el mundo espiritual, si realizamos acciones en contra de las mitzvot, por lógica tendremos consecuencias negativas en nuestra vida espiritual y material.

Por último, también hay que apreciar lo que tenemos y reconocer el bien en nuestras vidas. Dicen que a las personas buenas les pasan cosas buenas, y que a las personas malas les pasan cosas malas; eso es porque las personas buenas ven lo que les pasa como cosas buenas, mientras las personas malas viven esas mismas experiencias de forma negativa.

Haz el bien porque lo correcto es traer bienestar a este mundo, no esperes encontrar recompensas materiales por ello; y admite que a menudo el orgullo y la satisfacción de haber contribuido y cumplido con tu labor, son la mejor recompensa.

0 comentarios: