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miércoles, 31 de marzo de 2010

Jag Sameaj Pesaj!

El pasado 29 de marzo por la noche (14 de Nisan), comenzó el primer día de Pesaj, una conmemoración que a los judíos les recuerda la libertad obtenida a través del Profeta Moisés quien guió al Pueblo de Israel hacia la tierra prometida por mandato divino.

En esta noche se recuerdan los sufrimientos que tuvieron los hebreos como esclavos en Egipto y la redención obtenida. Es una conmemoración que corresponde a los judíos; sin embargo, el gentil que se esfuerza por permanecer devoto al Eterno, puede (y le conviene) marcar estos días de Pesaj en su agenda, para vivirlos de una manera diferente al resto de las semanas normales.

Algunas cosas que podemos hacer como noájidas:

-Afirmar la redención universal de Mano de Dios

Pesaj, en la historia universal, es la primera proclamación de la libertad de la persona, así como es la primer manifestación de la autodeterminación de los pueblos. Por tanto, el mensaje de “liberación” de Pesaj se convierte en universal.

Libertad para ti, para los tuyos, para tu prójimo y para la sociedad.


-Asociarse y colaborar en la obra de traer santidad al mundo

Los noájidas son los socios “mayoritarios” de los judíos en la obra de atraer bendición y santidad al mundo. Por tanto, cuando los noájidas celebran Pesaj (a su manera), están ayudando y fomentando a que los judíos lo celebren (como Dios les ha mandado a los judíos). Colabora con tu vecino o conocido judío, como tú puedas y él pueda precisar. Quizás el judío no recuerda que es la festividad, o ni siquiera sabe qué es lo que se festeja, o no tiene medios económicos para adquirir matzá o vino, o puede estar involucrado en idolatría, o… ¡tantos factores en contra de la belleza espiritual para el judío! Entonces, ¿qué esperas para darle una mano?

Y si tienes algún familiar o amigo gentil, que no está actuando correctamente, pues viola algunos de los mandamientos que Dios ha dado a los gentiles: háblale del mensaje de libertad para todos, de solidaridad, de amor sin condiciones, del trabajo en equipo, de la fidelidad al Eterno. Invítalo a participar de encuentros noájidas, date tiempo para que él se sienta valioso, pues es un hijo de Dios, es tu hermano…


Paso a enumerarte algunos actividades e ideas, que no son obligatorias, sino pautas de positivo influjo para tu vida:

1. Los días previos a la festividad, haz una limpieza general en tu casa.

A veces no tenemos tiempo para limpiar a fondo nuestras residencias, pues bien, ahora tienes la oportunidad para hacerlo. Y mientras sacas lo que no usas (recuerda que hay muchos indigentes que pueden beneficiarse con algunas cosas de aquello que tu no quieres más), en tanto estás esforzándote, acuérdate de cómo los antepasados de los judíos fueron esclavos durante siglos, como padecieron de innumerables tormentos, pero que finalmente encontraron la libertad por directa intervención del Padre.

Y mientras meditas en esto, no olvides que en nuestro corazón y en nuestra mente suelen haber pesadas manchas, a las que dejamos allí por mucho tiempo. Entonces, aprovecha la época previa a Pesaj para limpiarte a fondo tu alma, tus pensamientos. Libérate de esas esclavitudes que te dominan: adicciones, malas relaciones, religiones contrarias a Dios, malos hábitos, etc.

Es tu momento para limpiarte, por tanto, para liberarte.


2. En la primera noche de Pesaj, convida a familiares y allegados (todos gentiles, por favor) a una cena festiva en tu hogar.

Que haya ricos manjares, y ten a disposición vino (una copita por persona como máximo), y algunas matzot. Recuerda, ustedes no tienen obligación de comer matzá, que ni siquiera cruce por tu mente esa idea; pero tendrán ambos alimentos como símbolos: el vino para que celebren la libertad (una copia libera, una botella esclaviza); el pan ácimo para que tengan presente la pobreza de los judíos en Egipto, que solamente comían ese pan miserable. Alegría y miseria a la mesa, para que en nuestras vidas aprendamos a celebrar en los momentos de gozo, y a aceptar con entereza los tiempos de dolor. Ambos momentos sobrevendrán a nuestras vidas, y debemos celebrar así como padecer cuando corresponde.

Pero además, sirve para que tengamos presente a los que sufren, a los que se alimentan miserablemente, a nuestro prójimo abatido, al necesitado de dinero o afecto; para que hagamos lo que tenemos a nuestro alcance para llevarles un bálsamo y verdadera esperanza.

El marco físico se ve engalanado si se tiende un mantel blanco sobre una mesa solemne, llena de manjares y saludables bebidas. NO se abstengan de comer leudado, aunque sí sería conveniente limitar (aunque no eliminar totalmente) los alimentos que son considerados impuros en el kashrut.

No olviden agradecer brevemente al Uno y Único, proveedor de sustento antes de ingerir el alimento.

En el transcurso de la cena se debe proceder a lo esencial, que es el conversar acerca de los relatos de la redención de Israel de la esclavitud, y el largo y tortuoso camino que lo llevó finalmente a poder despojarse de las cadenas espirituales que cargaron incluso décadas después de romper las cadenas físicas.

Sería excelente que todos los invitados pudieran participar, haciendo preguntas pertinentes y no capciosas, y relatando lo que hayan aprendido acerca del evento de la libertad de Pesaj, o que expusieran conceptos prácticos acerca de “la libertad”.

Y por supuesto, que no se abstengan de alabar y agradecer al Eterno por los bienes (pocos o muchos) con los que les ha bendecido en sus vidas. Que sea un trago de libertad en medio de la vida ajetreada…

Si hay niños, haz lo posible para que ellos participen y se interesen en el tema.
Prepara juegos, dales material de lectura previa, enséñales canciones, etc.
Que sea un momento de encuentro familiar, ¿qué más bello hay?

Es muy bueno si los invitados se comprometieran (de ahora en adelante) en el esfuerzo por atraer la redención al mundo, por el único medio humano posible: el cumplimiento de los mandamientos que Dios le ha dado a cada quien.


3. Durante cada día de los siete de Pesaj, estaría muy acorde que te tomaras un par de minutos para alabar al Eterno por la liberación de Israel, y para rogarLe por la pronta venida del Mashiaj con la consecuente redención final de todas las naciones de la tierra.


4. Es muy bueno que aumentes las cantidades destinadas a tzedaká -caridad, contribuciones económicas a pobres o instituciones de educación judía-, pues es uno de los modos de asociarse con Dios en la tarea de redimir al mundo (no olvides que Pesaj es, en rigor, la celebración de la libertad de los padecimientos materiales).


5. Por último, sería hermoso si pudieras conseguir la invitación de judíos piadosos para que pasaras con ellos alguna de las dos cenas festivas (en la diáspora) del comienzo de la festividad.


Creo que con estas actividades e ideas, tú y los tuyos estarán en el camino de los que actúan con fidelidad al Eterno, y con amor al prójimo.
No romperán las normas de Pesaj, y crearán un ámbito de paz, libertad y verdadero desarrollo espiritual.

Un gran abrazo a todos mis hermanos, noájidas y judíos, que a pesar de las dificultades aman intensamente a Dios y desean servirLo y por tanto aman a su prójimo y le ayudan.


Shalom, cuídense y gocen de lo permitido


(Publicado originalmente en serjudio.com, en vísperas de Pesaj 5766
Republicado por primera vez en FULVIDA en el 2007)

martes, 9 de marzo de 2010

Día Internacional de la Mujer

El nombre original del Día Internacional de la Mujer era Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ya que surgió precisamente durante el auge del movimiento obrero en plena Revolución Industrial, y fue propuesto por la comunista alemana Clara Zetkin.

Cabe recordar que el comunismo proclamaba la dictadura del proletario, por lo tanto para Clara los derechos de las mujeres obreras y trabajadoras eran fundamentales y se debían respetar y hacer valer.

Esta propuesta se amplió al resto de los derechos de las mujeres en un mundo donde a la mujer no se le permitía el voto, ni se le pagaba el mismo salario que a un hombre por el mismo trabajo o incluso que se le negara un determinado puesto por el sólo hecho de ser una fémina.

Sin embargo, hay que recalcar que el Movimiento que dio origen al Día Internacional de la Mujer, no pedía cambiar los papeles existentes sino reconocer una realidad: Que las mujeres también trabajaban al igual que los hombres y que su trabajo, sin importar cual fuere, no debía ser menospreciado.

De hecho, el papel de la mujer como ama de casa ha sido históricamente un lujo que sólo se pueden permitir las clases media y alta. Las mujeres pobres han tenido siempre la necesidad de trabajar para sustentar a su familia.

Espiritualmente hablando, tanto hombres como mujeres tenemos la misma obligación: Cumplir con los Siete Preceptos Universales. Y nuestro trabajo debe ser reconocido sin importar la esfera en que lo desempeñemos.

Si una mujer elige ser Dueña de Casa, entonces esa labor se le ha de respetar y retribuir. Lo mismo que si elige ser obrera, maestra o ejecutiva ya sea por vocación o necesidad, su trabajo se le tiene que reconocer.

En cambio, cuando a una mujer no se le reconoce su trabajo, sino que por el contrario se le menosprecia por el hecho de ser del sexo femenino, se disminuye el valor a su labor y se le oprime; se está actuando contrariamente a los preceptos para las naciones.

Cuando a una mujer no se le paga lo mismo que a un varón por el mismo trabajo realizado, se le está robando.

Cuando a una mujer se le acosa sexualmente en su lugar de trabajo, se está blasfemando en su contra.

Cuando a una mujer se le maltrata en su propia casa y su marido le exige cuentas del trabajo doméstico como si fuera su patrón o le limita el dinero para controlarla; se le está asesinando simbólicamente.

Cuando permitimos la discriminación hacia la mujer en la ley de nuestra nación, estamos faltando a nuestra obligación de establecer Leyes Justas y Tribunales de Justicia.



Como noájidas debemos recordar que:

-El Eterno es el Amo y Dueño de todo lo existente, y que si Él ha dado algo a alguien, no tenemos el derecho para quebrar ese equilibrio.

-Cuando humillas a tu prójimo, te humillas a ti mismo y para peor estás mancillando a Dios.

-Todos somos descendientes de Adam, quien fuera creado a "imagen y semejanza del Eterno". Por tanto, cada persona es una pequeña imagen del Eteerno, por lo cual ha de ser respetada y preservada... Y recuerda de no provocar ninguna de las pequeñas muertes... tales como retener a una persona injustamente, causarle daños personales, provocarle miedos irracionales.

-Cada nación puede edificar con justicia las reglas que la mantendrán en orden y paz. El que juzga debe tratar equitativamente a los litigantes y tiene prohibido actuar maliciosamente o discriminar negativamente a cualquiera de ellos, sea hombre o mujer. No debe prejuzgar, ni juzgar a las personas sino a las acciones.



Felicidades a todas las mujeres, que el Eterno nos de salud para seguir construyendo Shalom