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miércoles, 28 de julio de 2010

Las bendiciones

Las bendiciones están para todo lo que nos podamos imaginar: comer, beber, deleitar ricos aromas, por la muerte de un ser amado, por un nuevo nacimiento, por ponerle nombre a un niño o niña... ¡hasta para ir al baño!



Podemos encontrar la oportunidad para decir una bendición en cualquier acto material, físico o emocional. En cada cosa que hacemos hay la ocasión de expresar una bendición.

La mayoría de las veces damos por hecho todo lo que nos ocurre en la vida; pero cuando nos ponemos a pensar y reflexionar sobre nuestras acciones, entonces encontramos que nuestra propia existencia es un milagro que merece ser bendecido. Si no tuviéramos la capacidad de comer o beber no podríamos sobrevivir, por la tanto acciones tan simples y cotidianas merecen una bendición.

La palabra en hebreo para bendición es "berahot", que significa sustento (aunque algunos lo traducen como abundancia). El objetivo de una bendición es hacernos conscientes de lo que tenemos -lo que nos sustenta-, de ahí que se exprese una bendición por cada acción: tomar agua, beber vino, observar fuego. No hay número para las bendiciones en un día, aunque se dice que existe un número aconsejable de las bendiciones a expresar a lo largo de la jornada: 101 bendiciones.

Las bendiciones también nos sirven para expresar emociones. Si tenemos gran alegría por el nacimiento de un hijo o por el matrimonio de una hermana, entonces decimos una bendición. Las bendiciones no son más importantes unas que otras, cada una tiene su propio lugar y relevancia. La bendición más importante es la que se dice en su momento.

Las bendiciones no las decimos para obtener privilegios o ganancias. No sirven para ganar más dinero, obtener un mejor empleo o conseguir una esposa. Son para agradecer lo que tenemos y no podemos bendecir lo que no existe; sin embargo, estar conscientes de lo que tenemos nos ayuda a elevar plegarias de la manera correcta para pedir lo que nos hace falta. Cuando apreciamos lo que poseemos, nos damos cuenta de lo que nos falta realmente, y a menudo descubrimos que nos falta menos de lo que pensamos.

Hay bendiciones por la belleza de un ser humano:

"Bendito Dios, que tiene cosas así en el mundo".


Y por la belleza de la creación:

"Bendito es el Creador, quien hizo la creación".


Cada vez que se dice una bendición, si está presente una persona, esta debe responder: Amén (verdaderamente o es verdad). Las cosas no están completas hasta que no se comparten: si hay una gran bendición y agradecemos al Eterno, pero no hay nadie que nos conteste entonces ese sentimiento se queda sólo en nosotros; pero cuando alguien nos contesta Amén, le estamos compartiendo toda la alegría y entusiasmo que nosotros sentimos.

La intención de una bendición es muy importante, si expresamos una bendición por costumbre o de forma mecánica, entonces no tiene ningún sentido.

Podemos decir las bendiciones en cualquier momento, siempre y cuando presenciemos un acto u objeto que nos genere esa inspiración para bendecir; pero si vivimos en un lugar que nos desagrada, donde sólo tenemos frustración, entonces debemos hacer lo posible para mejorar nuestra situación y tener algo por lo cual bendecir.

A diferencia del rezo, no hay condiciones específicas para las bendiciones. No podemos rezar si estamos enojados o cansados; pero podemos bendecir aún en la tristeza, pues las bendiciones también transforman los sentimientos negativos en positivos. Aunque tengamos una sensación de vacío, al bendecir siempre podremos observar lo bueno.

Cuando pasamos un momento de gran tribulación, se bendice diciendo:

"Bendito Es el Juez de la Verdad".


Cuando se bendice a un familiar:

"Que el Eterno te bendiga y te guarde, que ilumine su rostro hacia ti y te conceda shalom".

Esta es la primera bendición que se debe enseñar a un niño. Las bendiciones de los niños son las más importantes pues su boca aún no se pervierte como le sucede a muchos adultos.

Como noájidas tenemos también una bendición muy importante: la bendición para cuando vemos un arco iris.

El arco iris nos recuerda el Pacto que el Eterno hizo con la humanidad entera para no destruir el mundo. Nos envía un mensaje también, que aunque el mundo no esté siempre del todo bien e incluso los humanos se estén destruyendo a sí mismos, es nuestro deber rectificar y cumplir los mandamientos divinos, ser justos entre las naciones como lo fue Noaj. Es por ello, que cada vez que vemos un arco iris expresamos la siguiente bendición:

"Bendito eres Eterno nuestro Dios, Rey del Universo, quien recuerda el Pacto, es fiel a Su Pacto y cumple Su palabra".

lunes, 26 de julio de 2010

Descarga libros

Hemos creado una nueva sección para descargar libros gratis sobre Noajismo, con el objetivo de complementar la información de este blog.



En Internet podemos encontrar muchas cosas sobre Noajismo. Hay excelentes sitios para visitar con mucha información.

También podemos encontrar libros que faciliten nuestro aprendizaje, o que podemos bajar para estudiarlos con calma o compartirlos con nuestra familia.

Es por eso que he puesto una nueva sección en este blog:


"Biblioteca Bnei Noaj"




Esta sección contendrá libros que puedan ayudarnos a profundizar más sobre las Siete Leyes de los Hijos de Noé. Empezamos por ahora con "El Camino del Gentil Justo", y expandiremos la biblioteca poco a poco con nuevo material.

Espero les sea de utilidad.

Biblioteca Bnei Noaj

Aquí encontrarás libros sobre Noajismo. Sólo haz click en el título del libro para descargar.




martes, 20 de julio de 2010

Importancia del Calendario Universal



En la actualidad el mundo se rige política y socialmente, con el Calendario Gregoriano. Este calendario se originó en Europa y fue propuesto por el Papa Gregorio XIII en 1582, para sustituir el Calendario Juliano impuesto por el emperador romano Julio César en el 46 A.E.C.

La finalidad del Calendario Gregoriano, era ajustar el año litúrgico al año civil, de manera que su origen es meramente religioso; aunque con el tiempo fue adoptado por casi todos los países del mundo por razones históricas y de funcionalidad.

Los noájidas, al ser parte de una sociedad de forma activa y tener derechos y obligaciones civiles, también utilizamos el Calendario Gregoriano; sin embargo, espiritualmente nos regimos por el Calendario que denominamos Universal, mejor conocido como Calendario Hebreo.

Sólo de esta manera podemos calcular las fechas importantes:


Fecha de nacimiento: Es importante conocer nuestra fecha de nacimiento en el Celandario Universal para determinar entre otras cosas la llegada a la Edad de la Responsabilidad.

Rosh Hashaná: Se celebra en el mes de Tishrei. Es el primer día del año y aniversario de la creación del hombre. Es además el día en que D-os juzga a cada persona conforme sus actos y decreta la salud, sustento, paz, guerra, enfermedad, etc. para todo el año que sigue a continuación.

Sucot: Se celebra también en el mes de Tishrei. Durante esta época los sacerdotes judíos ofrecían 70 animales en el Templo de Jerusalén en honor al Eterno, en representación de todas las naciones gentiles de la tierra. Se recuerda también la profecía de Zacarías, quien anuncia que Sucot será la época universal para la peregrinación al Templo en Jerusalén cuando iniciemos la Era Mesiánica; en donde judíos y gentiles rendirán por igual su devoción al Eterno en la Ciudad Santa.

27 de Jeshván: Día en que Noaj y su familia descendieron del Arca tras el diluvio. Fecha de recordación, rectificación, agradecimiento y júbilo.

1 Kislev: En este día el Eterno selló un Pacto perpetuo con los noájidas. Él les instruyó los siete mandamientos universales. No es un día de celebración religiosa, sino para reafirmar nuestro compromiso en el cumplimiento de las Siete Leyes.

Janucá: Se celebra en el mes de Kislev. La Fiesta de las Luminarias rememora un milagro real del Eterno. Nos enseña que Dios ayuda a quienes depositan su confianza en Él y que una pequeña luz puede iluminar gran oscuridad.

Purim: Se celebra en el mes de Adar. Se recuerda como el pueblo hebreo fue salvado gracias a la intervención de Dios a través de Ester y cómo los fieles al Eterno, noájidas y judíos, ayudaron en este proceso.

Pesaj: Se celebra en el mes de Nisán. Recuerda los milagros ocurridos en Egipto para que el pueblo hebreo fuera liberado. Pesaj es precisamente un fiesta de libertad.

Iom Hashoa: Se recuerda en el mes de Nisán. De origen moderno, nos recuerda el terrible Holocausto de la 2a Guerra Mundial.

Iom Ierushalaim: Se recuerda en el mes de Iyar. Es el día que los soldados judíos recuperaron Jerusalén de manos de los árabes. Fue durante la guerra de los seis días, por 1967.

Shavuot: Se celebra durante el mes de Siván. En este día se conmemora la entrega de la Torá al pueblo de Israel y la re-afirmación del pacto noájico de Dios con los gentiles.

9 BeAv: Se recuerda durante el mes de Av. Es la fecha más penosa del Calendario, pues en ella ocurrieron diversos eventos trágicos: La destrucción del Primer Templo, la destrucción del Segundo Templo, la diáspora, el inicio de la Primera Guerra Mundial y el genocidio judío, entre otros. Sin embargo también se guarda la esperanza de reconstrucción del Tercer Templo y el cumplimiento de la profecía de la Era Mesiánica.


Para consultar el Calendario Universal:

http://pactoarcoiris.blogspot.com/2010/07/calendario-hebreo.html

Calendario Hebreo

miércoles, 14 de julio de 2010

La genealogía y el Quinto mandamiento



El quinto mandamiento noájida nos dice "No a las relaciones ilícitas". Más allá del precepto moral, esta mitzvá nos enseña la importancia que tienen nuestros ancestros, ya que los valores, cultura y tradiciones se enseñan de generación en generación. Esta cadena de conocimiento se rompe cuando no sabemos realmente quienes son nuestros padres, ya no se diga nuestros abuelos o bisabuelos.

El Eterno bendice para que las personas sean fecundas y se multipliquen. La importancia de reconocer a nuestros progenitores reside también en el pacto que tenemos con Dios, pues está escrito “He aquí que Yo establezco Mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros" (Bereshit / Génesis 9:9). De manera que conocer a nuestros antepasados es reconocer este pacto perpetuo.

El adulterio se prohíbe entre otras cosas, para no romper con esta continuidad familiar; ya que conlleva el riesgo de traer hijos al mundo que probablemente nunca se enteren de quien es su verdadero padre quien no tendrá descendencia para transmitir nuestro pacto eterno.

El pacto con Dios nos da una identidad, decimos que somos Bnei Noaj porque seguimos las Siete Leyes que el Eterno estableció. Esto es afirmado por muchos científicos como Austin Hughes, neurólogo profesor de la Universidad de Indiana; quien asegura que el interés por nuestros familiares surge de la fraternidad, pues el hombre encuentra en el pasado un punto donde aferrar la propia identidad.

Así pues, conocer la historia, tradición y cultura de nuestros antepasados es de suma importancia. Para auxiliarnos en esta tarea es que existe la genealogía.

En México, la genealogía es tan importante como en cualquier otro país. Antes de la conquista española, nuestro territorio era el más avanzado en esta rama debido a la fuerte tradición familiar existente. Cuando comenzó la conquista se atentó también contra los documentos familiares.

Desde entonces se empezó a restringir el acceso a los documentos. La Iglesia Católica llevaba los registros familiares, y los registros civiles se crearon a partir del siglo XX, atesorando apenas la historia de cinco generaciones.

A causa de invasiones, falta de cultura, espacio o interés, los documentos desaparecían, llevándose consigo trozos de historia. En Europa el panorama era opuesto, pues las grandes guerras provocaron que las familias mantuvieran "cuadernos de familia".

La escasez de documentos no es lo más grave. La falta de identidad de muchos mexicanos da como resultado un ciudadano promedio que no puede nombrar siquiera a sus ocho bisabuelos.

En Japón, cuando nace un niño se agrega su nombre a una lista de ancestros. Si esta preocupación se les hubiera inculcado a los niños latinos hace 300 años, hoy no tendríamos que buscar tanto.

Sin embargo, nunca es tarde para comenzar a recopilar la historia familiar. Hoy en día esta tarea se ha hecho más fácil gracias a la Internet y las redes sociales. Si desean un programa para empezar a reconstruir su árbol genealógico, lo pueden consultar en los siguientes sitios:


www.genetree.com

www.myheritage.com

www.miparentela.com


Para más información: www.genealogia.org.mx