Uno de los servicios hacia Dios que cobra suma importancia durante el mes de Elul es Tzedaká, caridad o mejor dicho justicia.
De acuerdo a los estudios de Maimónides sobre las leyes de la Torah respecto a la Tzedaká, existen ocho niveles de caridad:
1. El mayor nivel por encima del cual no hay más grande, es ayudar al prójimo concediéndole un regalo o un préstamo, o entrar en sociedad con él, o encontrarle un empleo, a fin de fortalecer su mano hasta que ya no necesita depender de otros...
2. Dar a los pobres sin saber a quién se da, y sin que el receptor conozca de quien recibió. Esto es como el fondo "anónimo" que había en el Santo Templo de Jerusalén. Allí, los justos daban en secreto, y los buenos pobres se beneficiaban en secreto. Dar a un fondo de caridad es similar a este modo de la caridad, aunque uno no debería contribuir a un fondo de caridad a menos que sepa que la persona designada en el fondo es de confianza y sabio y un buen administrador.
3. Cuando uno sabe a quien se da, pero el destinatario no conoce a su benefactor. Los grandes sabios solían encaminarse en secreto y poner las monedas en las puertas de los pobres.
4. Cuando uno no sabe a quien se da, pero el pobre conoce a su benefactor. Los grandes sabios acostumbraban atar las monedas en sus ropas, y las arrojaban hacia atrás, y los pobres se acercaban y recogían las monedas de sus ropas para no avergonzarse.
5. Cuando uno da a la persona pobre directamente en la mano, pero da antes de que le pidan.
6. Cuando uno da a la persona pobre después de que se le pide.
7. Cuando se da de forma inadecuada, pero de buen grado y con una sonrisa.
8. El nivel más bajo de caridad, es cuando uno da de mala gana.
¿Todo por ganar?
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