El pasado viernes 18 fue el último día de Janucá, la Fiesta de las Luminarias. Se trata de una celebración judía, que conmemora un milagro concedido para el pueblo de Israel.
Aunque como noájidas no tenemos la obligación de celebrarla, sí hay una enseñanza muy grande que aprendemos de ella:
"Sin importar que tan extensa sea la oscuridad, siempre habrá una luz en medio de ella"
Y también nos recuerda que tenemos el deber de traer esa luz en medio de la oscuridad.
A veces estamos rodeados de problemas, presiones, situaciones en nuestra vida que parecen no tener solución. Sin embargo, si trabajamos en buscar soluciones encontraremos aunque sea una tenue luz que nos brinde la esperanza de tener paz en el futuro.
Trabajemos entonces para llevar luz a nuestras vidas y mejoremos nuestro entorno.
Feliz Janucá
¿Todo por ganar?
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