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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Explicación de las Siete Leyes Universales

1. No idolatrar

Aquí se ejerce el cuarto atributo de la creación: Triunfo.

La persona que deposita su confianza en el Uno y Único obtiene determinación, seguridad y éxito. Pues sabe que al obedecer las siete leyes universales recibe las bendiciones del Eterno.

En cambio, al creer en otras deidades limitamos esta victoria. La persona en vez de actuar con libertad, recurre a rituales, sortilegios, espiritistas o adicciones para tratar de disminuir sus miedos y ansiedades.

Persignarse, recitar hechizos de amor, tener amuletos de la suerte, rezarle a “santos” o “vírgenes” e incluso las adicciones y otras conductas compulsivas (como los desórdenes alimenticios por ejemplo) caen dentro de esta categoría.

Por otra parte, el Eterno aborrece la idolatría pues de ella se generan guerras, ignorancia, sacrificios humanos, opresión y miedo.


2. No blasfemar

Se ejerce aquí el quinto atributo de la creación: Reconocimiento.

Debemos reconocer que el Eterno creó y recrea a todo el Universo incluyendo al ser humano.

Por lo tanto al blasfemar o maldecir al Eterno nos maldecimos a nosotros mismos. Y al hablar contra nuestro prójimo, lo hacemos contra el Eterno.

Cuando no tenemos la sinceridad para hacer este reconocimiento, entonces dejamos a un lado lo favorable de la creación para caer en la parte negativa: Suicidio, racismo, brujería, supersticiones, genocidios, odio al prójimo, calumnias, etc.

Minimizar al Eterno también es blasfemar contra él. Decir que tal o cual sujeto es D-ios o su encarnación o cualquier otra cosa parecida, se considera también blasfemia.


3. No asesinar

Se relaciona con el segundo atributo de la creación: Poder.

Implica no asesinar al inocente ni física ni espiritualmente. Así como respetar los derechos humanos.

Para cumplir este mandamiento es necesario vivir y experimentar ilimitadamente, ampliar los horizontes; pero con temor reverencial hacia el Eterno, es decir con el conocimiento de las leyes objetivas universales que otorgan y preservan la vida.

Debemos preservar la vida sin límites y fomentar el desarrollo humano de nosotros mismos y de nuestro prójimo.

Por lo tanto, debemos evitar acciones que quiten la vida en sentido físico y espiritual dentro de las cuales se incluyen el odio, el rencor y la venganza.


4. No robar

Relacionado con el tercer atributo de la creación: Equilibrio.

No debemos disponer de aquello por lo que no hemos trabajado.

También se considera robo la violación a los derechos de autor, el secuestro, la estafa y la piratería entre otras situaciones similares.

Para evitar robar se requiere ejercer misericordia y belleza (amar y preservar).

Así como el Eterno preserva su creación por Amor, también nosotros debemos preservar nuestro entorno y resolver los problemas que lo aquejan para mejorarlo.

Si amamos lo que hacemos y a quienes se benefician de ello, y además somos eficaces en esta labor y creemos en ella; la abundancia estará en nuestras vidas.


5. No cometer adulterio ni crímenes sexuales

En este mandamiento encontramos el primer atributo de la creación: Generosidad.

A través de la unión íntima entre hombre y mujer, ésta última comparte la energía creativa del Eterno hacia su esposo para recrear la vida.

Así pues, el matrimonio es también una representación de nuestra relación con el Eterno y un acto de amor.

El amor es preservar al otro física, emocional y espiritualmente.

Piénsalo: Si cometes infidelidad te arriesgas a traer a tu relación de pareja enfermedades, desconfianza y desequilibrio.

En cambio, si preservas a tu amada (o) tendrás una vida llena de creatividad, bondad y amor.


6. Establecer cortes de justicia

Atributo de la creación: Dominio.

El Eterno nos ha dado libre albedrío e inteligencia para restituir el estado más favorable de la vida en el mundo físico o material.

De forma que los tribunales de justicia nos deben servir para mantener y restaurar ese estado y construir shalom.

De la misma manera, nosotros tenemos que llevar un modo de vivir que influya en nuestro entorno: mejorar nuestra comunidad, ser líderes confiables y coherentes, dar servicio desinteresadamente, ser caritativos, etc.

Cuando NO vivimos de acuerdo a este principio somos apáticos, mentirosos, inadaptados, odiamos al mundo o deseamos despegarnos de él sin promover la restauración de la paz y el equilibrio. No participamos en la vida pública y desobedecemos las leyes de nuestra nación.


7. No comer parte de animal con vida

Atributo de la creación: Fundamento.

Este mandamiento nos prohíbe también la crueldad hacia los animales y su entorno, y nos hace conscientes de nuestro fundamento biológico.

De esta forma dominamos nuestra condición corpórea para evolucionar hacia lo favorable.

Así, al cumplir con esta ley tenemos mejor salud, alimentación sana, disciplina, mayor autoestima, belleza, éxito en las relaciones sociales, etc.

El no ingerir la sangre, nos recuerda constantemente que no debemos comer parte de un animal que siga con vida.

De esta forma dejamos fuera de nosotros la mutilación, los sacrificios humanos, el canibalismo y la crueldad hacia el entorno y a nuestro prójimo.

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